Jesucristo

¿Religion de Estado? – II

¿Religion de Estado? – II on diciembre 10, 2011

Según la religión del liberalismo – no se puede repetir lo suficiente que el liberalismo sirve de un sucedáneo de religión – es una absoluta herejía declarar que cada Estado sobre la tierra tendría que apoyar y proteger la religión Católica. Sin embargo, si Dios existe, si Jesucristo es Dios, si cualquier sociedad natural de seres humanos, como el Estado, es una criatura de Dios, y si Jesucristo fundó la Iglesia Católica como su único y sólo instrumento para salvar a los hombres de los fuegos eternos del Infierno, entonces a menos que un Estado quiera ser un enemigo de la especie humana, está obligado a favorecer y proteger la Iglesia Católica. Pero existen objeciones a esta conclusión. Consideremos tres entre las mas habituales:—

Primera objeción: Nuestro Señor El mismo dijo a Poncio Pilato (Jn. XVIII,36) que su Reino no era de este mundo. Pero el Estado es de este mundo. Por consiguiente el Estado no tendría nada que hacer con su Reino o con su Iglesia.

Solución: Nuestro Señor le estaba diciendo a Pilato que su Reino y el Estado son distintos pero no estaba diciendo que tendrían que estar separados. El alma de un hombre es distinta de su cuerpo, pero separarlos es la muerte del hombre. Los padres son distintos de sus niños, pero separarlos (como las Agencias de la Niñez están hoy alentadas a hacerlo) es la muerte de la familia. La Iglesia y el Estado son tan distintos uno de otro como la vida sobre la tierra es distinta de la vida eterna, pero separarlos es poner un abismo entre la primera y la segunda, y es aumentar mucho el número de los ciudadanos que caerán en el Infierno.

Segunda objeción: La religión Católica es verdadera. Pero la Verdad es lo bastante fuerte como para hacer su propio camino. Por consiguiente la religión Católica no necesita de un poder coercitivo del Estado para ayudarla, tal como la supresión de la practica publica de las otras religiones.

Solución: En sí misma, en verdad “La verdad es poderosa y prevalecerá,” como decían los Latinos, pero entre nosotros los hombres no prevalecerá fácilmente, a causa del pecado original. Si todos los seres humanos (con la excepción de Nuestro Señor y de Nuestra Señora) no hubieren sufrido jamás, desde la Caída, de las cuatro heridas de Ignorancia, Malicia, Debilidad e Concupiscencia, entonces le hubiera costado mucho menos a la Verdad prevalecer, y Thomas Jefferson hubiera tenido razón al proclamar que la verdad necesita únicamente ser expuesta en la plaza del mercado para prevalecer. Pero los Católicos saben lo que la Iglesia enseña, a saber que el hombre permanece sujeto, aún despues del bautismo, a ser arrastrado hacia abajo por el pecado original, de tal manera que para encontrar esta verdad, sin la cual él no puede salvar su alma, necesita toda la ayuda razonable de su Estado. Esta ayuda razonable excluye todo esfuerzo del Estado para obligar a cualquiera a ser Católico, pero incluye que el Estado mantenga las peligrosas anti-verdades afuera de la plaza del mercado de Jefferson.

Tercera objeción: Un gran poder puede ser grandemente mal usado. Ahora la unión de la Iglesia y del Estado es muy poderosa para los dos. Por consiguiente puede provocar un gran daño –véase a que punto la Iglesia Conciliar y el Nuevo Orden Mundia secular se están potencializando mutuamente!

Solución: “El mal uso no puede parar el uso,” decían los Latinos. ¿Acaso Nuestro Señor no hubiera tenido que darnos la Santa Eucaristía por el hecho de que puede ser gravemente mal usada? La Iglesia Conciliar reuniéndose con el Estado liberal es un poderoso mal uso de la unión de la Iglesia y del Estado, pero prueba el error del liberalismo, no el error de la unión del Estado Católico con la Iglesia Católica.

Kyrie eleison.

Desventurados Liberales

Desventurados Liberales on diciembre 3, 2011

El liberalismo es una enfermedad espantosa, que lleva millones y millones de almas al Infierno eterno. “Libera” la mente de la verdad objetiva y el corazón (voluntad y afectos) del bien objetivo. El sujeto reina supremamente. Es el hombre en lugar de Dios, con el hombre permitiéndole a Dios solamente la importancia que el hombre elige permitirle, y esa normalmente no es mucha. Dios Todopoderoso está atado con una correa, por así decir, como un cachorrito obediente! De hecho el “Dios” de los liberales es una burla del verdadero Dios. Pero “Dios no se deja burlar” (Gal.VI,7). Los liberales están castigados en esta vida volviéndose falsos cruzados, verdaderos tiranos, y hombres afeminados.

Un ejemplo clásico del falso cruzado lo dan los sacerdotes revolucionarios de la Teología de la liberación, según el Arzobispo Lefebvre en una conferencia que pronunció en América del Sur. El acostumbraba decir de los sacerdotes perdiendo la Fe bajo la influencia del movimiento modernizante en la Iglesia, que ellos se habían convertido en los mas temibles revolucionarios porque traían a la falsa cruzada del Comunismo toda la fuerza de la verdadera cruzada para la salvación de las almas en la cual habían sido entrenados pero en la cual no creían mas.

Siendo la verdadera cruzada para Dios, para Jesucristo, para la salvación eterna, entonces cuando ya no se cree en ella deja correspondientemente un vacío enorme en la vida de la gente, el cual ellos tratan de llenar lanzándose a la cruzada por cualquier cosa: por la prohibición del tabaco (pero libertad para la marihuana y la heroína); por la prohibición de la pena capital (pero libertad para ejecutar derechistas eficaces); por la prohibición de tiranos (pero libertad para bombardear cualquier país para llevarlo a la “democracia”); por la sacralidad del hombre (pero libertad para abortar el bebé humano en el seno de la madre) – la lista puede seguir indefinidamente. Estas contradicciones así resaltadas están perfectamente en consonancia con la cruzada de los liberales para reemplazar el orden Cristiano del mundo por el nuevo orden del mundo. Ellos pretenden que no están combatiendo a Cristo, pero tal fábula resulta cada vez menos creíble.

Los liberales se vuelven también “lógicamente” verdaderos tiranos. Ya que ellos mismos se han “liberado” de cualquier Dios o Verdad o Ley por encima de ellos, entonces permanece solamente la autoridad de sus propios espíritus y voluntades para imponer a sus contemporáneos lo que sea. Por ejemplo, habiendo perdido todo sentido de cualquier Tradición que limite su autoridad, Pablo VI impuso a la Iglesia Católica en 1969 su Nuevo Orden de la Misa, para encajar con el Nuevo Orden Mundial, a pesar de que apenas dos años antes un número importante de obispos había rechazado un rito experimental de la Misa substancialmente parecido. Qué le importó las opiniones de cualquier subordinado, a menos que fueran liberales como él mismo? Ellos no sabían lo que era bueno para ellos. El sí.

Lógicamente de nuevo, los liberales se vuelven afeminados porque no pueden evitar tomar todo a título personal. Sin embargo, cualquier oposición sana a su autoritarismo está fundada sobre la Verdad o la Ley por encima de todos los seres humanos, de las cuales los liberales se mofan. Es asi como el Arzobispo Lefebvre resistió al liberalismo de Pablo VI, pero Pablo VI no pudo pensar otra cosa que el Arzobispo quería tomar su lugar como Papa, como él mismo se lo dijo personalmente. Estaba incapacitado para entender que había una autoridad muy por encima de la suya propia, en la cual el Arzobispo se apoyaba con toda tranquilidad. Quién necesita preocuparse de que el Señor Dios nos falle una sola vez?

Sagrado Corazón de Jesús, concédenos el merecer los buenos jefes que sólo pueden venir de Ti.

Kyrie eleison.

Tutores de Tomate – II

Tutores de Tomate – II on noviembre 12, 2011

Cuando el “Comentario Eleison” citó (10 de Septiembre, 217) el proverbio Ruso asemejando la mujer y el hombre a una planta de tomate y al tutor alrededor del cual esa planta se apoya y trepa para llevar frutos, usó la comparación para exponer la naturaleza y el papel de la mujer. Una lectora preguntó entonces como se aplica ello a los hombres. ¡Ay! nuestra época loca está tratando de borrar todas estos fundamentos de la naturaleza humana.

Acerca del designio de Dios para el hombre y la mujer, profundamente diferentes pero sublimemente complementarios, hay por supuesto mucho mas para decir de lo que una mera comparación con la huerta puede decir. En cada Misa Católica de esponsales la Epístola compara las relaciones entre esposo y esposa a aquellas entre Cristo y su Iglesia. Digno de mención en este pasaje (Efesios V, 22–33) es como San Pablo delinea extensamente los deberes consiguientes del esposo y brevemente aquellos de la esposa. Podemos ya sospechar que los hombres de hoy día son en gran parte responsables por la pérdida de cordura entre el hombre y la mujer contemporáneos, pero dejemos el misterio sobrenatural para otra ocasión y retornemos a la huerta, porque por encima de todo, los fundamentos naturales son los que están siendo atacados hoy por los enemigos de Dios y del hombre.

Para que un tutor de tomate sirva a la planta de tomate precisa dos cosas: debe mantenerse elevado y debe mantenerse firme. Si no se mantiene elevado la planta no puede trepar, y si no se mantiene firme la planta no puede apoyarse o enrollarse alrededor del tutor. La firmeza, uno puede decir, depende del hombre enrollándose alrededor de su trabajo, mientras que la estatura depende de que alcance a Dios, nada menos.

En cuanto a la firmeza, en todos los tiempos y lugares donde la naturaleza humana no ha sido retorcida fuera de todo reconocimiento, la vida del hombre gira alrededor de su trabajo mientras que la vida de la mujer gira alrededor de su familia, comenzando por su hombre. Si el hombre hace de la mujer el centro de su vida, es como si dos plantas de tomate se apoyaran entre sí – ambas terminarán en el barro a no ser que la mujer tome el papel del hombre, para el cual no fue hecha y que, al menos, ella nunca debería desear hacer. Una mujer sabia elige por marido precisamente a un hombre que ya ha encontrado su trabajo y lo ama, de manera que mientras él está firmemente enrollado alrededor del mismo, ella puede enrollarse alededor de él.

En cuanto a la estatura, asi como el tutor debe apuntar al cielo, asi un hombre debe estar dirigido hacia el Cielo. Los líderes precisan de una visión con la cual inspirar y dirigir. El Arzobispo Lefebvre tenía una visión de la restauración de la Iglesia verdadera. Del mismo modo cuando la fe del Cardenal Pie (1815–1880) vió todo alrededor de él falta de hombría en los hombres del siglo XIX, lo atribuyó a la falta de fe en ellos. Donde no hay fe, dijo, no hay convicciones. Sin convicciones no hay firmeza de carácter. Sin firmeza de carácter, no hay hombres. San Pablo estaba pensando en lo mismo cuando dijo: “La cabeza de todo varón es Cristo, y el varón, cabeza de la mujer, y Dios, cabeza de Cristo” (I Cor.XI,3). Por consiguiente para recobrar su hombría, vuélvase el hombre a Dios ordenándose por debajo de El, y será así mucho mas fácil para una esposa ordenarse por debajo de su hombre, y para los niños por debajo de ambos.

Pero “debajo” no debe entenderse como una especie de tiranía, sea del esposo sobre la esposa o de los padres sobre los niños. El tutor está alli para la planta de tomate. Fue un sabio Jesuita que dijo que lo mejor que un hombre pueda hacer por sus niños es amar a la madre de ellos. Los hombres no amor como lo hacen las mujeres, asi es que fácilmente pueden dejar de entender como las mujeres necesitan amar y ser amadas. Una cucharita de afecto, y ella puede andar otros cien kilometros! El Espíritu Santo lo dice mas elegantemente: “Maridos, amad a vuestras mujeres, y no las tratéis con aspereza” (Col.III,19).

Kyrie eleison.

¿Teismo de los Ateos?

¿Teismo de los Ateos? on octubre 8, 2011

Hay una fascinante cita del famoso compositor alemán, Johannes Brahms (1833–1899), que muestra como un hombre puede no tener ninguna fe religiosa, y, sin embargo, reconocer aún que existe un orden objetivo. Tal reconocimiento es un ancla en la realidad y le dio a Brahms acceso a mucha belleza que se refleja en su música. La crisis de innumerables almas modernas es que están convencidas de que no existe absolutamente nada objetivo ¡Están encarceladas en su propia subjetividad que las lleva a una cárcel vacía, y a una música suicida!

En 1878 Brahms compuso para un violinista excepcional, su amigo Joseph Joachim (1831–1907), una de sus obras mas encantadoras y amadas, el Concierto en D para violín. Cuando escuchó a Joachim tocarlo, dijo, “Humm – sí . . .se podría ejecutar de esa manera.” En otras palabras, mientras Brahms estaba componiendo el Concierto, lo había estado escuchando mentalmente siendo ejecutado de tal y tal manera, pero reconoció que la interpretación algo diferente que otro pudiera hacer de su composición, era también legítima.

Ahora bien, indudablemente hay maneras de ejecutar el Concierto que Brahms no hubiera aceptado, pero siempre que un intérprete usare su composición aproximándose de una manera diferente al objetivo que Brahms se había fijado componiéndolo, entonces él, Brahms, no se veía en la necesidad de insistir en su propia manera de ejecutarlo. El fin objetivo importaba mas que la interpretación subjetiva, de tal manera que si al componer la obra, Brahms hubiera ofrecido a toda clase de intérpretes un acceso a ese fin, entonces – dentro de ciertos límites – todos ellos hubieran sido aceptados por Brahms para ejecutar el Concierto de la manera que ellos quisieran. Lo objetivo por encima de lo subjetivo.

En última instancia esto significa: Dios por encima del hombre; sin embargo Brahms no era creyente. El compositor Católico Checo , Antonin Dvorak (1841–1904), amigo y admirador de Brahms, dijo una vez de él, “¡Que gran hombre! ¡Tan gran alma! ¡Y cree en nada! ¡Cree en nada!” Brahms no era Cristiano – deliberadamente dejó de mencionar a Jesucristo en su Requiem Alemán. Ni admitió pertenecer a cualquier categoría de creyentes – dijo que en su Requiem los textos de la Biblia que había usado, lo fueron por su expresión del sentimiento mas que por cualquier profesión de religión. Lo subjetivo por encima de lo objetivo. Y a este descreímiento de parte de Brahms corresponde, uno puede opinar, la carencia de cierta espontaneidad y alegría en buena parte de su música.

¡Pero cuanta belleza casiotoñal contiene su música, y que orden cuidadosamente elaborado! Este arte musical con su reproducción de las bellezas de la Naturaleza, por ejemplo en el Concierto para violín, recuerda Nuestro Señor diciendo como hay almas que de palabra lo niegan pero que lo honran en sus actos (Mt.XXI, 28–29). Hoy día, cuando la mayoría de las almas lo niegan de palabra, cuantos habrá que de una u otra manera honran, por ejemplo en la música o en la Naturaleza, al menos el orden que Nuestro Señor implantó a través de todo su universo. Una tal fidelidad no es de ninguna manera aún la Fe Católica, necesaria para salvarse, pero es por lo menos esta mecha humeante que no tiene que ser apagada (Mt.XII,20).

Dios quiera que todos los Católicos dotados de la plenitud de la Fe tengan discernimiento a favor de tales almas alrededor de ellos, y tengamos compasión por las muchedumbres apartadas de Dios por sus enemigos, en la música asi como en todas las esferas (Mc.VIII,2).

Kyrie eleison.

Peliculas Sobre la Crisis

Peliculas Sobre la Crisis on septiembre 24, 2011

Dos películas interesantes ya han aparecido sobre el advenimiento en Estados Unidos de la crisis financiera y económica, que desde el 2008 ha estado amenazando con arruinar subrepticiamente todo el modo de vida de Occidente. Ambas películas están bien hechas. Ambas son persuasivas. Sin embargo una dice

que los banqueros son héroes mientras que la otra dice que son villanos. Si la sociedad occidental debe tener algún futuro, la contradicción amerita reflexión.

La película documental Inside Job consiste en una serie de entrevistas con banqueros, políticos, economistas, hombres de negocio, periodistas, intelectuales, consejeros financieros, etc. Emerge de esto un panorama aterrador de codicia y confabulación para el fraude en la cima de la sociedad americana en todos esos campos. La libre empresa fue la justificación para abolir el control sobre actividades financieras durante las décadas de 1980 y 1990, que otorgó a los hombres de dinero constantemente mas poder hasta que

lograron poner bajo su control a todos los políticos o periodistas o académicos influyentes. De tal modo que todavía está en marcha el despiadado proceso de saqueo de las clases media y trabajadora. La ira de las víctimas va creciendo hacia una explosión, pero, al menos por el momento, los hombres de dinero no pueden dejar de saciarse del bebedero que ellos mismos tan bien han planeado para su propio provecho. “La codicia es buena. Hace que el mundo funcione,” dicen los banksters (banqueros-gangsters).

En la segunda película Too Big to Fail, se reproducen los eventos dramáticos del otoño 2008 nucleados en el colapso de Lehmann Brothers, uno de los principales bancos de inversión en Nueva York. Hank Paulson, entonces Secretario del Tesoro de Estados Unidos, aparece haciendo una clásica decisión de libre empresa,

rechazando el salvataje gubernamental dejando así caer en bancarrota a Lehman Brothers. Pero el resultado es una sacudida tan fuerte para la comunidad financiera global, amenazando derrumbar el comercio y las finanzas mundiales, a punto tal que Paulson y sus camaradas del gobierno con la ayuda de todos los

banqueros principales de Nueva York, tienen que persuadir al Congreso de Estados Unidos para que apruebe un salvataje por parte de los contribuyentes a favor de los grandes bancos a los cuales no se les puede permitir caer. Y, justo a tiempo, él lo logra. El sistema está salvado. El gobierno y los

banqueros son los héroes del día. Una vez más se comprueba que el capitalismo es la maravilla que siempre

sabíamos que era – ¡Gracias a la intervención socialista!

Entonces, los banqueros, ¿son héroes o villanos? Respuesta, héroes a corto plazo, lo cual es mucho decir, ciertamente villanos a largo plazo porque se necesita muy poco sentido común para comprender que debido a que toda sociedad necesita del altruismo, ninguna sociedad puede construirse sobre la codicia, es

decir el egoísmo. En toda sociedad siempre habrá los que tienen y los que no tienen (ver Jn.XII, 8). Los dirigentes de la sociedad que tienen el dinero y el poder absolutamente deben cuidar a las masas que no tienen ni el uno ni el otro, de otra manera habrá revolución y caos. Naturalmente, los globalistas están contando con el caos de mañana para que les dé el poder mundial al día siguiente, pero, aunque ellos pueden proponer, es Dios quien dispone.

Mientras tanto, los Católicos y cualquiera a quien le importe el futuro, tendrían que ver estas dos películas y entonces proponerse a sí mismos algunas preguntas incómodas acerca del capitalismo y la libre empresa. ¿Por cual prodigio el capitalismo podía ser salvado esta vez solamente por el socialismo? ¿Es el gobierno entonces realmente tan malo? ¿Es el capitalismo realmente tan bueno? ¿Cómo una sociedad puede depender de hombres codiciosos para sobrevivir? ¿Como pudo la sociedad haber caído en tal dependencia? Y, ¿hay alguna señal en este momento de que alguien se esté haciendo tales preguntas? O, ¿es que el culto de todos al becerro de oro – llamemos a las cosas por su nombre – prosigue desenfrenado?

A menos que Jesucristo absuelva a los hombres de sus pecados por medio de sus sacerdotes, ningún sistema de sociedad posterior a la Encarnación puede en última instancia funcionar. El capitalismo solamente se mantuvo como parásito del Catolicismo de siglos precedentes. El Catolicismo, ¿está agotado? ¡El

capitalismo esta muriendo!

Kyrie eleison.

¿Ignorancia Inocente?

¿Ignorancia Inocente? on agosto 13, 2011

Un lector hace una pregunta vital: “Si un buen Protestante ha vivido una buena vida mas sin embargo cree firmemente que la Fe Católica está equivocada, por lo que ni siquiera considera ingresar a la Iglesia Católica, ¿puede aún salvarse? La pregunta es vital (del latín “vita,” que significa “vida”) porque es una pregunta de vida o muerte eterna para un número incontable de almas.

Para responder, lo primero que debe decirse es que cada alma que aparezca instantáneamente a su muerte ante el tribunal de Dios será juzgada por Él con una justicia perfecta y una perfecta misericordia. Solo Dios sabe lo más recóndito del corazón de un hombre, lo que un hombre puede esconder aún a sí mismo, sin mencionar a los otros hombres. Los hombres pueden juzgar erróneamente, pero Dios nunca. Por lo tanto el “buen Protestante” será condenado por sus propios actos o salvado por Dios, exactamente de acuerdo a lo que Dios sabe que merece.

Sin embargo resalta a la razón que si Dios quiere que todos nosotros nos salvemos (I Timoteo II, 4) y exige que creamos bajo pena de condenación (Marcos XVI, 16), debe habernos dado el conocimiento de lo que debemos creer y lo que debemos hacer para salvar nuestras almas. Luego entonces, ¿qué es lo que un “buen Protestante” debe creer?

Por lo menos un alma, para ser salva, debe de creer que Dios existe y que premia al bueno y castiga al malvado (Heb. XI, 6). Si un “buen Protestante” que ha llevado una “buena vida” no cree eso, no puede salvarse. Pero muchos teólogos Católicos van más allá y dicen que para ser salvados uno debe también creer en la Santísima Trinidad y en Cristo como Redentor. Si estos teólogos están en lo correcto, entonces podríamos contar muchos más “buenos Protestantes” que no pueden salvar sus almas.

Y Dios puede exigir que ellos crean más de lo que se considera meramente básico, según la cuantía de oportunidades que hayan tenido en su vida para aprender la Verdad que procede de Él. Si son ignorantes del resto de la Fe Católica, ¿es acaso porque nunca se han topado con esta? Puede ser, pero también puede no ser. Yo recuerdo a mi madre relatar con admiración como alguna vez un sacerdote Católico contestó todas las preguntas serias de su padre, “buen Protestante,” pero que yo sepa no se le dio seguimiento alguno. Si entonces los “buenos Protestantes” se han topado, por lo menos una vez, con la verdad Católica, ¿por qué entonces no le dieron seguimiento? Al menos que haya sido presentada de una manera incorrecta, estaban de hecho rechazando la verdad. ¿Podrían haberla rechazado sin culpa alguna? ¿Entonces la rechazaron inocentemente o deliberadamente? Los “buenos Protestantes” fácilmente se consideran inocentes, al igual que todos nosotros, pero ninguno de nosotros puede engañar a Dios.

Sin embargo, también existe aquello que un “buen Protestante” debe de hacer para ser salvado. Él puede no saber todo lo que la Iglesia Católica nos exige en cuanto a moral, pero tiene por lo menos la luz natural de su conciencia innata. Ahora, puede ser realmente difícil con el pecado original y sin ayuda alguna de los sacramentos Católicos el seguir la luz natural de nuestra conciencia, pero si uno la viola seriamente o la deforma, es fácil vivir y morir en pecado mortal, estado en el cual ningún alma puede salvarse. Nuevamente, los “buenos Protestantes” pueden declararse ignorantes de la totalidad de la ley de Dios según un Católico puede conocerla, pero ¿será su ignorancia verdaderamente “invencible,” es decir inocente? Por ejemplo, ¿verdaderamente no sabía, o en realidad no era su deseo saber, que los métodos artificiales de control de la natalidad desagradan seriamente a Dios?

Dios sabe. Dios juzga. Pueda Nuestro Señor tener piedad de todos los “buenos Protestantes” y de todos nosotros.

Kyrie eleison.