Encarnación

Asesinos de la Fe

Asesinos de la Fe on mayo 12, 2012

Pero si Roma ofrece a la Fraternidad San Pío X todo lo que ella quiere, ¿Por qué la Fraternidad tendría todavía que rehusar? Aparentemente hay Católicos que todavía creen que si un acuerdo práctico respondiese a todos los requerimientos prácticos de la Fraternidad San Pío X, tendría que ser aceptado. Entonces, ¿Por qué no? Porque no fue con vista al bien de la Fraternidad San Pío X que Monseñor Lefebvre la creó, sino por el bien de la verdadera Fe Católica, amenazada por el Vaticano II como nunca antes había sido amenazada. Pero veamos ahora porque las autoridades de la Nueva Iglesia buscarán cualquier acuerdo práctico lo mismo que las razones por las cuales la Fraternidad San Pío X lo debe rechazar.

La razón es porque la Nueva Iglesia es subjetivista y todo acuerdo puramente práctico implica que el subjetivismo sea la verdad. Según la nueva religión Conciliar, los dogmas de Fe no son verdades objetivas sino símbolos que satisfacen necesidades subjetivas (Pascendi, 11–13, 21). Por ejemplo, si mi inseguridad psicológica se encuentra tranquilizada por la convicción que Dios se hizo hombre, entonces, para mi, la Encarnación es verdadera, en el único sentido posible de la palabra “verdad.” Así, si los Tradicionalistas sienten la propia necesidad de la vieja religión, entonces ella es la que es verdadera para ellos, y uno hasta puede admirar a que punto se adhieren a su verdad. Pero, en justicia ellos deben a su vez aceptar dejarnos a nosotros los Romanos tener nuestra verdad Conciliar y si ellos no pueden consentir a esta concesión, entonces ellos son de una manera insoportable arrogantes e intolerantes y no podemos permitir tal disensión dentro de nuestra Iglesia de amor, amor, amor.

Por eso, la Roma Neo-modernista estaría feliz con cualquier acuerdo práctico por el cual la Fraternidad San Pío X no haría mas que renunciar, aunque solamente sea implícitamente, a su radical reivindicación de la universalidad y obligatoriedad de “sus” verdades. Al contrario, la Fraternidad San Pío X no puede contentarse con cualquier acuerdo que sería un acto que hablaría mas fuerte que las palabras para negar la objetividad de “su” religión de 20 siglos. No es en absoluto “su” religión. Para llegar a un acuerdo con los subjetivistas, me encuentro en la necesidad de dejar de insistir sobre la objetividad. Para insistir sobre la objetividad, no puedo aceptar absolutamente ninguna proposición ofrecida por los subjetivistas, a menos que ellos renuncien a su subjetivismo.

Estos Romanos no hacen nada de eso. Y otra prueba de su insistencia de cruzados en pro de su nueva religión viene en la forma de su reciente “Nota sobre las conclusiones de la visita canónica al Instituto del Buen Pastor” en Francia. Los lectores se acordarán que este Instituto fue uno entre varios fundados después del Concilio para permitir al Catolicismo Tradicional ser practicado bajo la autoridad romana. Roma puede esperar algunos años antes de actuar, para asegurarse que el pobre pescado esté bien agarrado al anzuelo, pero entonces –

La “Nota” pide que el Vaticano II y el Catecismo de 1992 de la Nueva Iglesia deben estar incluidos en los estudios del seminario del Instituto. El Instituto debe insistir sobre la “hermenéutica del renuevo en la continuidad” y debe dejar de llamar al rito Tridentino de la Misa su “exclusivo” rito de la Misa. El Instituto debe entrar en la vida diocesana oficial con un “espíritu de comunión.”

En otras palabras, el Instituto Tradicional debe dejar de ser tan Tradicional si es que quiere pertenecer a la Nueva Iglesia. ¿Podía el Instituto esperar otra cosa? Para conservar la Tradición, tendría que salir de nuevo de la sumisión a la autoridad de la Nueva Iglesia. ¿Qué posibilidad existe de tal cosa? Ellos quisieron ser tragados por el monstruo Conciliar. Ahora el monstruo los está digiriendo.

Entonces, ¿Por qué, en nombre del Cielo, habría de ser el peligro diferente con la Fraternidad? La tentación de Roma puede ser rechazada por esta vez por la Fraternidad, pero no nos hagamos ninguna ilusión: los subjetivistas volverán una y otra vez para desembarazarse de esta verdad objetiva y de esta Fe objetiva que constituyen un constante reproche a su criminal delirio de ellos.

Kyrie eleison.

El Pensamiento de Benedicto – III

El Pensamiento de Benedicto – III on julio 23, 2011

Después de estudiar las raíces del pensamiento del Papa Benedicto (CE 209), Mons. Tissier en su tracto La Fe Puesta en Peligro por la Razón,procede a estudiar sus frutos. Si ese pensamiento tiene sus raíces principalmente en el subjetivismo sistemático de Kant (1724–1804), los frutos no pueden ser buenos. ¿Cómo pueden de alguna manera las verdades objetivas de la Fe hacerse intrínsecamente dependientes de la participación o reacciones del creyente subjetivo? El Evangelio, el dogma, la Iglesia, la sociedad, Cristo Rey y los Novísimos serán, uno detrás del otro, heridos de muerte.

Comencemos con el Evangelio. Su valor ya no está en contar los hechos históricos de la vida y la muerte de Nuestro Señor, sino en el poder de su narrativa para evocar los problemas existenciales de nuestro propio tiempo. Por ejemplo el que el mismo cuerpo de Nuestro Señor se hubiera unido con su alma humana para salir de la tumba aquella mañana de Pascua no es importante. Lo que importa es el significado moderno detrás de la narrativa: el amor es más fuerte que la muerte, Cristo continúa viviendo por la fuerza del amor y eso garantiza que nosotros también sobreviviremos por amor. Olvidémonos de la realidad, de los hechos. “Todo lo que necesitas es amor.”

El Dogma necesita de igual manera ser purificado del pasado y enriquecido por el presente. Ahora bien, el filósofo moderno Heidegger enseña que la persona es el que se “auto-supera.” Entonces Cristo fue el hombre que se superó tan completamente, que luchó tan totalmente por el infinito más allá de Él, que se realizó a sí mismo hasta el punto de volverse divino. Así es que el dogma de la Encarnación ya no significa que Dios se hizo hombre, ¡sino que el hombre se convirtió en Dios! Del mismo modo la Redención ya no debe de significar que Jesús pagó a su Padre, con su terrible Pasión, la deuda por todos los pecados de los hombres, sino que por su Cruz amó en sustitución de nosotros a Dios como Dios debe de ser amado, y nos llama a hacer lo mismo. El pecado ha dejado de ser una ofensa moral en contra de Dios, es simplemente un egoísmo, una falta de amor. Por lo tanto la Misa no necesita mas ser un sacrificio, y el sacerdote se torna simplemente en el animador de la celebración comunitaria. No tiene que asombrarnos si Benedicto cree en la misa del Novus Ordo.

En cuanto a la Iglesia, ya que la persona que existe es el valor supremo (ver CE 209) y que todas las personas existen por igual, entonces deshagámonos de una Iglesia con desigualdades jerárquicas, y dejemos de ver en la Iglesia Católica la única Arca de Salvación, ya que los seguidores de cada religión son personas existentes. El ecumenismo tiene que reemplazar todos los esfuerzos misioneros Católicos. Además, al convertir a la persona en valor supremo se disolverá la sociedad, subordinando el bien común a los derechos individuales, y se socavará tanto al matrimonio como a la sociedad poniendo a la compañía mutua del hombre y la mujer por encima de los hijos. En cuanto a Cristo Rey, será destronado al conferirle a cada persona tanta dignidad que el Estado debe de proteger los derechos de esta persona a escoger su propia religión.

Finalmente la muerte, de un castigo, se convierte en un remedio para todos nuestros males. El Juicio Particular significa únicamente una recompensa. El infierno no es más que un estado irrevocable de egoísmo de nuestra alma. El cielo será “una eterna nueva inmersión en el infinito ser” – ¿lo que significa qué? – y así consecutivamente. Aquí tenemos una nueva religión, comenta Mons. Tissier, mucho más cómoda – por lo menos aquí abajo – que la religión Católica.

Kyrie eleison.

Universidad, Tierra Baldía

Universidad, Tierra Baldía on julio 24, 2010

Hace algunos años cuando escribí que las niñas no deberían asistir a la universidad, algunos lectores entraron en shock. Pero cuando hoy en día escucho a un joven Profesor que recientemente pasó seis años enseñando Literatura Inglesa en una “universidad” Inglesa (no es la misma cosa que una universidad verdadera), parecería que debo añadir que los niños tampoco deben de asistir. O por lo menos deberían pensarlo muy bien antes de decidirse a ir, y sus padres deberían considerarlo seriamente antes de soltar las costosas cuotas. Enseguida presente, en orden, lo que el profesor observó, lo que él ve como las causas y lo que a su parecer son los remedios.

En la “Universidad” en donde él impartió su cátedra, no observó la búsqueda de la verdad ni la educación para la verdad. Comenta, “El lenguaje es un juego independiente de la realidad, que produce sus propios artefactos. A los estudiantes se les hace sentir que todo es relativo, que no hay estándares, valores, ni un marco ni referencias morales. Las ciencias están infectadas con un evolucionismo que opone la “ciencia” a la religión. Las “Humanidades” son degradadas por una interpretación Freudiana que hace que todo se centre en el sexo. Los Profesores les dicen a sus alumnos que tengan una vida sexual porque “les hace bien.” Estas “universidades” le hacen publicidad a su vida nocturna y casi alaban el pecado contra la naturaleza. Están completamente sexualizadas.

“En lo que respecta a los profesores, muchos reconocen que hay un problema de fondo, pero muchos siguen jugando el juego. Ellos están todos Marxisando, si no son Marxistas. Ellos enseñan como si toda autoridad fuera asfixiante, toda tradición opresiva. La evolución reina. En cuanto a los estudiantes, muchos más de los que uno podría suponer anhelan algo, para ya no ven a su “universidad” como quien pueda llevarlos a la verdad. Si quieren una “Licenciatura” es solo para obtener un empleo y si buscan un buen “Grado Académico” es solamente para obtener un empleo mejor pagado. Rara vez discutirán ideas.”

Entonces, ¿cuáles son las CAUSAS de que la Universidad se haya tornado netamente en una procesadora utilitaria de información para servir al sistema establecido? El Profesor comenta, “La principal causa es la pérdida de Dios, como resultado de varios siglos de guerra contra la Encarnación. Por lo tanto la educación ya no significa proveer la verdad o la moral por la cual se tiene que vivir, sino más bien el desarrollar el propio potencial para ser diferente y mejor que cualquier otro. En este vacío que dejó la Verdad reina la cultura pop y la Escuela Frankfurt, con su liberación de toda autoridad. En este vacío que dejó Dios se aparece el Estado, quien ve a las “universidades” como una fuente de tecnócratas e ingenieros. Los absolutos no son de interés alguno, a excepción de una: el escepticismo absoluto.”

En cuanto a los REMEDIOS el Profesor dice, “Estas “universidades” difícilmente pueden escapar de la trampa en la que han caído. Para aprender algo genuinamente útil un niño está mucho mejor en casa, o charlando con sacerdotes o asistiendo a un Retiro. Los fieles Católicos deben de hacer cosas por sí mismos e unirse para reconstruir sus propias instituciones, comenzando tal vez por las escuelas de verano. Las Humanidades deben de ser restauradas, porque se ocupan de las bases de la existencia humana, de lo que es justo, bueno y verdadero. Las ciencias naturales, específicas y derivadas, deben permanecer en segundo plano. No pueden tomar prioridad por encima de las Humanidades. Que los padres envíen a sus niños a estas “universidades” para obtener un trabajo, pero no para aprender algo verdaderamente útil.”

“La pérdida de Dios” – todo está dicho.

Kyrie eleison.

Marco Moral

Marco Moral on abril 24, 2010

Por su brevedad comprehensiva y su promulgación divina, los diez Mandamientos de la Ley de Dios (Deut. V, 6–21) son la presentación insigne de esa ley natural conocida por cada hombre a través de su conciencia natural, la cual él niega o desafía bajo su propio riesgo. Los “Comentarios Eleison” de la semana pasada afirmaban que esta ley hace sencillo un diagnóstico de los males del arte moderno. De hecho diagnostica una multitud de problemas modernos; más permitámonos esta semana observar la estructura de los diez Mandamientos, como fueron analizados por Sto. Tomás de Aquino en su Suma Teológica 1a 2ae, 100, artículos 6 y 7.

La ley es el ordenamiento de una comunidad por su líder. La ley natural es el ordenamiento que Dios otorga a la comunidad de los hombres con Él mismo, de Él mismo con los hombres. Dios per sé es el centro y objetivo principal de esta comunidad, así es que la “primera tabla de la Ley” presenta los deberes de los hombres para con Dios (1er Mand., no ídolos, 2do Mand. no blasfemias, 3er Mand. Santificarás las Fiestas), mientras que la segunda tabla (Mandamientos 4 al 10) detalla los deberes del hombre para con sus semejantes.

Los primeros tres Mandamientos representan los deberes de lealtad, respeto y servicio en ese mismo orden. Porque así como para un soldado en el ejército, dice Sto. Tomás, la falta de lealtad a su general, o la traición, es peor que la falta de respeto, que a su vez es peor que el fracaso para servirlo, así un hombre hacia Dios debe primeramente no tener otros dioses (1er Mand.), en segundo lugar no deberá de ninguna manera insultarlo a Él o a su nombre (2do Mand.) y en tercer lugar tendra que rendirle el servicio que Él requiere (3er Mand.).

En cuanto a los deberes de un hombre para con sus semejantes (Mandamientos 4 al 10), de importancia primera están sus relaciones con el padre y la madre que le dieron la vida . . . Por lo tanto, la segunda tabla de la Ley está encabezada con el deber de honrar a nuestros padres (4to Mand.). Es tan básico este honor para toda la sociedad humana que sin este la sociedad se desmorona en pedazos, tal y como vemos que está sucediendo a nuestro alrededor hoy en dúa con la “Civilización Occidental” (que sería mejor denominada como “Desintegración Occidental”).

Sto. Tomás continua analizando los seis Mandamientos restantes como se encuentran en un orden descendiente de importancia. El dañar a tu prójimo con tus acciones (Mand. 5 al 7) es peor que dañarlo solamente de palabra (8vo Mand.) que a su vez es peor que únicamente dañarlo de pensamiento (Mand. 9 al 10). Cuando hablamos de dañarlo con acciones, el daño a su persona (5to Mand.) es más grave que dañar a su familia (6to Mand, no adulterio), que a su vez es más grave que el dañar únicamente a su propiedad (7to Mand., no robar). Las acciones dañinas en palabras (8vo Mand., no mentir) son peores que el daño por el solo pensamiento, donde nuevamente la codicia de su matrimonio o familia (9no Mand., no a la concupiscencia de carne) es más grave que la envidia únicamente de su propiedad (10mo Mand., no a la concupiscencia de los ojos).

Sin embargo, el violar todos los diez Mandamientos supone soberbia – los antiguos Griegos lo llamaban “hubris” – a través de la cual me levanto contra el orden de Dios, contra Dios mismo. Para los Griegos, el hubris era la llave de la ruina del hombre. Para nosotros hoy en día, la soberbia universal es la llave de todos los problemas espantosos del mundo, problemas que no tienen solución alguna sin Dios; lo que significa que, desde la Encarnación, sin Nuestro Señor Jesucristo son insolubles. Sagrado Corazón de Jesús, ¡Sálvanos!

Kyrie eleison.

Temor Navideño

Temor Navideño on diciembre 26, 2009

Así es que el Día de Navidad ha llegado y se ha ido una vez más, recordándonos el gozo inmenso que Nuestro Señor trajo al mundo entero a través de Su Encarnación y Nacimiento, pero especialmente a su Madre. Por fin ella lo abraza seguro en sus brazos en donde tiende a Él como cualquier madre humana, pero en donde ella también le adora como su Dios. ¡Ay, Dios mío!, cualquiera que tenga la mínima noción de la religión ¿no puede lamentarse de cómo el mundo a nuestro alrededor se aprovecha del gozo, pero en gran medida se olvida del Dios?

A este respecto, el gozo de la Navidad hoy en día se asemeja a la sonrisa del “Gato Rizón” de “Alicia en el País de las Maravillas,” especialmente en las naciones capitalistas (pero Pío XI observaba ya en 1931 que el capitalismo se estaba extendiendo a través del mundo – encíclica “Quadragesimo Anno,” 103 -104). Los lectores de esta obra literaria recordarán como la sonrisa del Gato aún podía ser vista cuando el resto del Gato ya había desaparecido. La substancia puede irse, pero los efectos permanecen, a lo menos por algún tiempo. La creencia en el Divino Niño está siendo disuelta constantemente, gracias, especialmente, al Vaticano II; sin embargo, el gozo navideño permanece. Esto es debido en parte a que Dios, en su suprema generosidad, conmemora cada año el Nacimiento de su Hijo entre los hombres con un caudal de gracias actuales a las cuales muchas almas responden siendo más gentiles de lo que usualmente son en cualquier otra temporada del año. Pero también se da este gozo por el simple hecho de que a la gente le gusta gozar, lo cual es poco fiable.

Porque, mientras la adoración verdadera de Dios sigue despareciendo y con ella cualquier entendimiento de lo que la venida del Salvador significó, es decir la posibilidad de entrar a nuestra felicidad eterna. Así el gozo de la Navidad está siendo reducido al comercialismo y la parranda que todos conocemos. La sonrisa no podrá sobrevivir al Gato indefinidamente. Aún los sentimientos más gozosos no podrán sobrevivir indefinidamente sin su objeto. Si Jesucristo no es Dios, por lo menos el real y único Salvador de la humanidad, ¿por qué habríamos entonces de sentir gozo por su nacimiento? Gusto muchísimo de mis sentimientos gozosos, pero si están basados en sí mismos, tarde o temprano se colapsarán, dejando tras ellos únicamente un sabor amargo de desilusión. Puede ser que me encanten los sentimientos de Navidad, pero si estoy reaccionando a mis emociones en lugar de lo en que éstos están basados, me estoy encaminando a uno u otro colapso de mis emociones.

He aquí la diferencia entre sentimentalismo y sentimientos. Nuestro Señor estaba lleno de sentimientos, cuando por ejemplo se encontró con la viuda de Naim, afligida por la muerte de su único hijo que estaba siendo llevado a la tumba (Lucas, VII, 11–15), pero no había en Él ni siquiera la mínima sentimentalidad (ni, digo yo, en el “Poema del Uomo-Dio”), porque Nuestro Señor nunca buscaba los sentimientos por sí mismos. Sus sentimientos siempre estuvieron basados directamente en un objeto real, por ejemplo la pena de la viuda, lo que en su mente forjó una imagen vívida de cómo sería la desolación de su propia Madre cuando Él mismo sería cargado a la tumba.

El subjetivismo es la plaga de nuestros tiempos. Según eso, un hombre rechaza la realidad objetiva para poder entonces re-estructurarla como a él le gusta subjetivamente dentro de sí mismo. El subjetivismo es el corazón y el alma del neo-modernismo que hoy en día está desolando a la Iglesia. Y el subjetivismo, al cortar la relación entre la mente y el objeto exterior, necesariamente engendra sentimentalismo en el corazón, porque saca del corazón todo objeto externo que pueda servir como base de sus sentimientos. La Navidad de los capitalistas terminará siendo disuelta por el sentimentalismo. O los hombres regresan al Dios verdadero, a Nuestro Señor Jesucristo y a la verdadera importancia de su Nacimiento, o el colapso de algunos de nuestros sentimientos más gozosos, los de la Navidad, se ponen en riesgo al dejar lo poco que queda de la “Civilización Occidental” con un motivo más como fundamento de esta amargura que está empujándola a su suicidio.

Kyrie eleison.

Dios Dispone

Dios Dispone on agosto 15, 2009

“El hombre propone y Dios dispone.” Si lo que el proverbio dice es cierto, entonces puede ser sensato el moderar, a la luz de las disposiciones de Dios o de la Divina Providencia, el temor que uno pueda tener de las propuestas o intenciones de los hombres. Aún en esta terrible crisis de la Iglesia y del mundo, necesitamos no caer en pánico, porque como podemos encontrar en las líneas de otro proverbio, el Señor Dios escribe recto en los renglones torcidos de los hombres.

Por ejemplo, si la crisis de la Iglesia, corazon de la crisis mundial, fue desatada por el Vaticano II, al propiciar una ruptura sin precedentes en la historia de la Iglesia entre la Verdad Católica y la Autoridad Católica, entonces los Católicos que se adhieren a la Verdad – generalmente “Tradicionalistas” – carecen de Autoridad, mientras que los Católicos que se adhieren a la Autoridad – generalmente la corriente dominante de la Iglesia – carecen de Verdad. Por lo tanto, aquellos “Tradicionalistas” que no han perdido su sentido de Autoridad Católica de alguna manera estan proponiendo o esperando volver a reunirse con ésta, mientras que los Católicos de la corriente dominante que no han perdido por completo su sentido de Verdad Católica (¡un sin fin de personas han perdido hoy en día todo sentido de cualquier verdad!), de alguna manera proponen o esperan poder recuperarla.

Pero ambas intenciones, por buenas que sean, pueden tornarse torcidas. Si por un lado los “Tradicionalistas” buscan agradar al mundo utilizando la ambigüedad, punto de partida clásico del abandono de la Verdad, pueden complacer a los hombres pero ciertamente no agradarán a Dios, quien “detesta toda lengua dolosa” (Proverbios VIII, 13). Por otro lado, si Benedicto XVI está buscando re-incorporar a la Fraternidad San Pío X en la corriente dominante de la Iglesia ecumenica, como si la Tradición fuera meramente una opción entre muchas otras, entonces él también estaría desagradando a Dios por negarse a ver lo absoluto que son las demandas de la Verdad Católica.

Pero aun suponiendo que dichas intenciones sean o se tornen torcidas, Dios seguirá escribiendo rectamente. ¿Acaso no podemos decir que tanto los “Tradicionalistas,” que luchan por mantener su sentido de Autoridad Católica, como este Papa, que lucha por mantener contacto con la Tradición Católica, cada uno a su manera, sirven a Dios en SU preparación de la futura re-unión de la Verdad y la Autoridad? Esa re-unión puede no suceder tan pronto como nos gustaría, pero no necesitamos caer en pánico. Para quien tiene ojos para ver, es evidente como el Señor está trabajando, velando por Su Iglesia.

Sin embargo, ningún Católico debe de permitirse pensar que hay una equivalencia entre el esfuerzo de la Tradición de jalar a la Autoridad hacia la Verdad y el esfuerzo del Santo Padre de acercar la Verdad hacia la Autoridad. La Verdad tiene la prioridad absoluta: “Yo para esto nací, y para esto vine al mundo, para dar testimonio de la verdad,” palabras del Verbo Encarnado (Juan XVIII, 37). La más alta Autoridad de todo lo que existe se subordinó a la Verdad. La Autoridad Mal Aplicada debe de ceder. Por lado suyo la Tradición Verdadera debe permanecer humilde y caritativa, mirando siempre hacia la Autoridad, sin ningunas ilusiones, pero con una esperanza inquebrantabile.

Kyrie eleison.