religión

¿Una Explicación?

¿Una Explicación? on diciembre 8, 2012

Un conocido de mi me mandó recientemente una circular enviada a todos los Superiores de la Fraternidad por el Cuartel General (CG) de la FSPX, dando una explicación oficial de cinco afirmaciones del Superior General (SG) de la FSPX que provocaban inquietud, y este conocido me pidió mi opinión. Pienso sinceramente que los Superiores de la FSPX pueden seguir tan inquietos como antes. Muy brevemente, hé aquí el por que:—

Primero, en Austria en el mes de Mayo, el SG dijo que la FSPX tenía necesidad de replantearse sus relaciones con Roma. El CG explica que esto no presentaba ningún cambio en la posición de la FSPX frente a la Nueva Roma, sino sencillamente una llamada a los miembros de la FSPX a reconocer que no todo lo que dicen los Nuevos Romanos es desatino. Sin embargo, los sacerdotes que escucharon las propias palabras del SG en Austria entendieron que el SG quería decir lo mismo que lo que había escrito en la revista interna de la Fraternidad (Cor unum) del mes de Marzo, a saber que la “nueva situación” en la Iglesia nos “obliga a tomar de nuestra parte una nueva posición para con la Iglesia oficial,” ya que desde el 2006 “hemos sido testigos de una evolución en la Iglesia.” ¿Tendrá el CG una explicación para estas palabras escritas por el SG?

Segundo, en esta misma ocasión SG habría dicho que el eventual acuerdo con Roma significaría que cada capilla de menos de tres años de antigüedad tendría que ser demolida. El CG explica que de hecho el SG dijo que donde la FSPX había celebrado la Misa por más de tres años, se podría establecer una capilla. Sin embargo, el SG ha dicho también que ahí donde la FSPX había ejercido su ministerio por menos de tres años, podría continuar su ministerio en privado, lo que implica que todos los edificios públicos en esta situación deben ser por lo menos abandonados.

Tercero, en CNS, siempre en el mes de Mayo, el SG habló de la libertad religiosa como siendo “muy, muy limitada.” El CG explica que el SG estaba hablando de la “verdadera libertad religiosa,” es decir tal como la Iglesia lo ha siempre enseñado, a saber, el derecho limitado a la religión católica. Sin embargo, las palabras auténticas del SG en CNS no pueden ser más claras y son fáciles de verificar por cualquiera en Internet: “El Concilio presentaba una libertad religiosa que de hecho era una muy, muy limitada – muy limitada.” ¿No debería el CG proveer una segunda explicación para probar que su primera explicación no era, en el mejor de los casos, una equivocación?

Cuarto, en Ecône en Septiembre, el SG admitió que se había equivocado en sus tratativas con Roma. El CG explica que el error fue solamente sobre un “punto muy preciso y limitado,” a saber si, sí o no, el Papa insistiría en que la Fraternidad acepte el Concilio. Sin embargo, esta insistencia sobre el Concilio (a la vez que sobre la nueva Misa) constituye lo esencial de la confrontación entre la FSPX y la Nueva Roma. ¿Acaso la explicación del CG no es equivalente a decir que la rajadura hecha por el témpano en el flanco del Titanic fue una rajadura muy precisa y limitada?

Quinto, hace unos años, el SG dijo que los textos del Concilio son “95% aceptables.” El CG explica que el SG estaba hablando de la letra y no del espíritu de los textos. Sin embargo, ¿qué madre dará a sus hijos cualquier pedazo de un pastel del cual ella sabe que 5% está envenenado? Es cierto que ella teóricamente podría dar cualquier pedazo del 95% no envenenado, pero, en la práctica, ¿no tendría ella miedo del espíritu envenenado amenazando todas las partes del pastel?

En conclusión, si la crisis de esta primavera y de este verano de la FSPX hubiera provocado mi inquietud acerca de la competencia y honradez del SG y de su CG, me temo que después de esta explicación de estas cinco afirmaciones, yo todavía seguiría con mi inquietud. Que Dios sea con ellos, porque tienen una responsabilidad de enormes proporciones.

Kyrie eleison.

Marcellus Initiative

Marcellus Initiative on noviembre 10, 2012

Después de la presentación de los detalles de la “Marcellus Initiative” la semana pasada, establecida para facilitar las donaciones a la causa de un obispo “expulsado,” algunos lectores preguntaron, no sin razón, cuales serían los fines de la “Iniciativa.” Para empezar, cubrirá sus gastos personales de mudanza fuera de Wimbledon, tal vez fuera de Londres, y después para vivir en otra parte. Más allá de esos gastos, la palabra “Iniciativa” fue elegida deliberadamente para dejar opciones abiertas. Sin embargo, es importante que nadie piense que sus donaciones servirán a corto plazo para crear un sustituto de la Fraternidad San Pío X o de un seminario. En los dos casos existen buenas razones para no apresurarse.

En cuanto a una alternativa a la FSPX, debemos aprender las lecciones que se desprenden de su grave crisis actual. La Iglesia católica funciona con la autoridad, desde el Papa hacia abajo, pero nuestro mundo Revolucionario de hoy ha destruido a tal punto el sentido natural de la autoridad, que pocos saben comandar y la mayoría de los hombres obedecen sea poco sea demasiado. Hemos perdido, por así decir, el sentido común campesino que permitía a la autoridad católica funcionar normalmente. Así, al igual que solo Dios pudo restablecer la autoridad de Moisés gracias a un sensacional castigo a los rebeldes (cf. Números XVI), así, en nuestro día, parece cierto que solo Dios podrá restaurar la autoridad del Papa. ¿Será por una “lluvia de fuego,” tal como lo advirtió Nuestra Señora de Akita en Japón en 1973? Sea como sea una intervención divina, la posibilidad inmediata y práctica que queda, son los oasis de Fe, y yo tengo la intención de hacer lo que puedo para atenderlos.

Para la re-apertura de un seminario católico clásico, se aplican argumentos semejantes. No se pueden construir castillos sobre la arena, dice Nuestro Señor (Mt.VII, 26). Y a mi me parece que se está volviendo cada vez más y más difícil formar sacerdotes católicos a partir de los jóvenes modernos. Las cualidades sobrenaturales de fe, buena voluntad y piedad, pueden hacer mucho, pero la Gracia construye sobre lo natural, y los cimientos naturales, tales como un hogar sólido y una educación verdaderamente humana, son cada día más escasos. Por supuesto quedan todavía buenas familias donde los padres han entendido lo que su Religión exige de ellos para poner a sus niños en el camino del Cielo, y donde ellos están haciendo un esfuerzo heroico en este sentido. Pero nuestro mundo perverso se dedica con todas sus fuerzas a destruir cualquier sentido común y decencia natural, sea de género, familia, patria. Aún lo mejor intencionados, los hijos del ambiente social actual permanecen en general más o menos severamente inhabilitados para percibir o seguir un llamado de Dios.

¿Significa eso que Dios ha abandonado su Iglesia o que El tiene la intención de dejarnos sin sacerdotes para mañana? Claro que no. Pero significa sí, que ninguna organización Católica organizada mañana para salvar almas, puede permitirse de no ver como la Iglesia Conciliar y el mundo moderno están ahogando las almas. Significa sí, que los sacerdotes no pueden ya ser formados de ahora en adelante para tener un perfecto conocimiento de la Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino, mientras no tengan idea de cómo aplicarla a la vida real de hoy.

A rajatabla las Congregaciones y seminarios de mañana tienen que conservar su asidero a la realidad y no perderse en sueños de cuan “normal” son o deberían ser. ¿Será posible? Con la ayuda de Dios, sí. Pero Dios es Dios, y para la salvación de las almas mañana, puede ser que El ya no recurra más a las Congregaciones o seminarios clásicos de ayer. En cuanto a mi, trataré de seguir Su Providencia en la ordenación de los sacerdotes – o en la consagración de obispos. Se haga la voluntad de Dios.

Kyrie eleison.

Elmer Gantry

Elmer Gantry on octubre 13, 2012

En el sistema de entretenimiento individual de los pasajeros durante un vuelo intercontinental, encontré hace poco entre las películas “clásicas,” una que recordaba haber visto hace unos 50 años. Se trataba de la versión rodada en 1960 de la novela de Sinclair Lewis, Elmer Gantry. Me acordaba de la película a causa de dos temas de un diálogo que se me quedaron grabados desde entonces. El primero es el de un hombre viejo que compara la conversión religiosa con la embriaguez. El otro es el de una mujer joven suplicando que le mientan. Es así que miré la película otra vez . . .

Elmer Gantry es un charlatán norteamericano de los años 1920 que cae enamorado de una predicadora evangelista fundamentalista, la “Hermana” Falconer, mientras ella está llevando una cruzada de conversión a través del país, en una gran tienda itinerante. Por falta de religión verdadera, la película es algo confusa, pero pinta con mucho realismo la genuina necesidad que las almas tienen de la religión y la falsedad de la “religión” Protestante fundamentalista. La necesidad verdadera y la satisfacción falsa son puestas de relieve, las dos juntas, cuando Elmer hace preguntas a un viejo hombre que está haciendo la limpieza de la tienda: “Señor,” contesta éste, apoyado sobre su escoba, “yo he sido convertido cinco veces. Por Billy Sunday, el Reverendo Biederwolf, Gypsy Smith y dos veces por la Predicadora Falconer. Me embriago tremendamente y entonces me convierto y estoy salvado. Volviéndome ebrio y volviéndome salvado, las dos cosas me hacen un gran bien.”

Claro que la respuesta tiene su lado cómico, pero es trágica cuando uno piensa en todas las almas para las cuales se ha vuelto casi normal poner la conversión religiosa al nivel de la embriaguez. Así, acercarse a Dios se reduce al solo hecho de sobrevivir en la tierra, muy cerca de terminar por ridiculizar del todo a la religión. ¡Cuantas almas debe haber para las cuales el Santo Nombre de Jesús seha vuelto casi trivial por haber sido asociado al sentimentalismo a flor de piel de los predicadores protestantes fundamentalistas! Lean Sangre Sabia y otros cuentos de Flannery O’Connor (1925–1964), una escritora católica que choca pero que no está en absoluto confundida, y que pinta muy bien hasta que punto el instinto religioso del hombre puede llegar a ser torcido por el Protestantismo del Sur de los Estados Unidos. ¡Dios puede hacer crecer rosas en una alcantarilla, pero que tremendo daño provocan las herejías!

La segunda observación de la película que recordaba yo, está enmarcada en un contexto privado, pero uno le puede encontrar una aplicación que va mucho mas allá. Mientras va detrás de la Predicadora Falconer, Elmer se encuentra por casualidad con otra mujer que había maltratado y abandonado años antes. Cuando esta mujer se entera de su aventura con la predicadora, procura vengarse, pero incluso mientras ella prepara una trampa para desacreditar totalmente a Elmer en la prensa, al mismo tiempo no puede evitar desear que él le diga que él la quiere. Ella le dice: “Dime una mentira gorda que yo pueda creer, siempre y cuando me abraces fuertemente.” Por amarlo tanto como todavía lo hace, todo lo que ella quiere es ser engañada.

Así está el mundo a nuestro alrededor. Todo lo que pide es ser engañado. Por eso estamos viviendo en un mundo de las mentiras de Satanás. No queremos Dios. Ahora bien, la vida sin El no puede funcionar – ver Sal.126, vers.1, y mire simplemente a su alrededor – pero nosotros queremos desesperadamente creer que la vida funciona de la mejor manera sin El. En efecto, decimos a nuestros líderes, “Nosotros os hemos elegido para que nos digáis mentiras gordas y para que nos abracéis fuertemente en nuestro ateísmo. Por favor, haced un 9/11, un 7/7 (el 9/11 inglés), o lo que vosotros queráis, siempre y cuando podamos seguir creyendo en vosotros como en un substituto de Dios para cuidarnos. Cuanto más grande sea la mentira, más la vamos a creer, pero nos debéis abrazar fuertemente. Que vuestro estado policíaco nos oprima cuanto queráis, pero debéis mantener afuera a Dios.”

¿Es de extrañarse que tengamos el mundo satánico que tenemos?

Kyrie eleison.

¿Quienes Dividen y Se Rebelan?

¿Quienes Dividen y Se Rebelan? on septiembre 15, 2012

El Capítulo VII del Evangelio según San Juan contiene una lección especial para hoy día: ¿quiénes son los verdaderos rebeldes contra la autoridad, y quienes los que no son más que aparentes rebeldes? ¿Quién aparenta estar dividiendo al pueblo de Dios y quien está realmente dividiéndolo? Las cosas no son siempre lo que aparentan. Es necesario siempre “Juzgar no según las apariencias, sino juzgar según un justo juicio” (Jn.VII,24).

Este capítulo VII de San Juan está cercano al fin de la vida de Nuestro Señor en la tierra. Los judíos están tratando de matar a Jesús (versículo 1), pero aún así Nuestro Señor sube a Jerusalén y enseña en el Templo (14). El pueblo está ya dividido (12) y así el resultado de la enseñanza de Jesús es que algunos del pueblo (40) reconocen en El al Profeta (cf.Deut.XVIII, 15–19) mientras que otros (41–42) le rechazan tal reconocimiento porque El es de Galilea. Por consiguiente, hay división y disensión. Ahora bien, la división, como tal, merece reprobación, luego ¿de quien es la culpa? Ciertamente no de Nuestro Señor quien no hacía más que predicar la doctrina de su Padre en el Cielo (16–17). Tampoco puede culparse a esa parte del pueblo que aceptó su divina enseñanza. Claramente la culpa de la división yace en las autoridades del Templo y en aquella parte del pueblo que estaba rechazando la Verdad.

Del mismo modo en las décadas de 1970 y 1980, el Arzobispo Lefebvre dividió a los Católicos al enseñar y practicar la verdad de la Tradición Católica, pero ¿cuál será el Católico que ahora alardee de ser Tradicional, que lo culpe por esta división? Claramente la culpa por la división en la Iglesia no recae ni sobre el Arzobispo ni sobre los que lo siguieron, sino principalmente sobre aquellas autoridades de la Iglesia que estaban torciendo la verdadera religión tal como lo hacían las autoridades del Templo en los días de Nuestro Señor. Una y otra vez el Arzobispo les pidió a ellas “juzgar un justo juicio,” para que enfrentasen el problema central creado por su adulterio Conciliar con el mundo moderno. Hasta el día de hoy, las autoridades de la Iglesia rechazan tal confrontación. Una y otra vez la única respuesta de ellos ha sido: “¡Obediencia!” “¡Unidad!.” ¿No es evidente que su carencia de argumentos con respecto a las cuestiones básicas de la verdad sugiere que son ellos los verdaderos rebeldes y responsables de la división en la Iglesia?

Sin embargo la disensión como tal no es una buena cosa, y ambos, Nuestro Señor y el Arzobispo Lefebvre, sabían de antemano que a causa de sus enseñanzas resultaría la disensión. ¿Porqué entonces continuaron a pesar de ello? Porque las almas pueden ser salvadas con la disensión (cf.Lc.XII,51–53), pero no pueden ser salvadas sin la Verdad. Si las autoridades religiosas están extraviando al pueblo – y el Diablo trabaja particularmente duro sobre ellas, debido al poder que ellas tienen para llevar a muchas otras almas por el mal camino – entonces es cuando la Verdad debe ser afirmada para traer al pueblo de vuelta al camino del Cielo, aún cuando eso sea causa de disensión. Aquí se ve como la Verdad está por encima de la autoridad como de la unidad.

Y, ¿dónde está esta verdad en el año 2012? El Vaticano II fue un desastre para la Iglesia – ¿cierto o falso? Las autoridades de la Iglesia que efectuaron Asís III y la “beatificación” de Juan Pablo II están siempre aferradas al Vaticano II – ¿cierto o falso? Y, entonces, si la Fraternidad San Pío X se coloca ella misma bajo aquellas mismas autoridades, éstas usarán todo su prestigio, y el poder sobre la FSPX que la misma Fraternidad les habrá dado, para disolver su resistencia al Vaticano II – ¿cierto o falso? Luego, la FSPX corre el grave riesgo de perder progresivamente la fuerza que todavía le puede quedar para resistir a este prestigio y poder – ¿cierto o falso? ¡Como lo dicen los Romanos, “Roma puede esperar”!

Entonces, en la FSPX, hoy, si uno “juzga no según las apariencias sino según un justo juicio,” ¿quién es el verdadero responsable de la “división”? ¿Quiénes son los reales “rebeldes contra la autoridad”? ¿Aquellos que critican el riesgo de tal mezcolanza de la Verdad Católica con el error Conciliar, o bien aquellos que promueven esa mezcolanza?

Kyrie eleison.

La Ambigüedad de Abril

La Ambigüedad de Abril on septiembre 8, 2012

El 17 de Abril fue sometido a Roma, por parte de la Fraternidad San Pío X, un documento confidencial, de naturaleza doctrinal, con respecto del cual se ha afirmado que contenía unos principios católicos que todas las autoridades de la Fraternidad San Pío X podrían suscribir. Hacia mediados de Junio, Roma rechazó ese documento como base de un acuerdo Roma-FSPX. ¡Démos gracias a Dios! En efecto, el documento contenía una ambigüedad sumamente peligrosa: brevemente, por una expresión como “El Magisterio continuo,” ¿debe entenderse “hasta 1962” o bien “hasta 2012”? En este punto es donde reside toda la diferencia entre la religión de Dios, y la religión de Dios tal como ella ha sido alterada por el hombre moderno, es decir la religión del hombre. He aquí la ambigüedad, tal como ha sido resumida el 18 de Abril para aquellas autoridades:—

“1/ . . .La Tradición debe ser el criterio y la guía de comprensión de las enseñanzas del Vaticano II. 2/ Así, las afirmaciones del Vaticano II y del Magisterio pontifical posterior relativas al ecumenismo y al diálogo interreligioso y a la libertad religiosa, deben ser entendidas solamente a la luz de la Tradición entera e ininterrumpida, 3/ de tal manera que sean coherentes con las verdades enseñadas anteriormente por el Magisterio de la Iglesia, 4/ sin aceptar ninguna interpretación de estas afirmaciones que pueda implicar una oposición o una ruptura con la Tradición y este Magisterio . . .”

La ambigüedad “1962 o 2012” se esconde aquí en las palabras “Tradición” y “Magisterio.” Estas dos palabras, ¿son ellas utilizadas para excluir las doctrinas del Concilio (1962–1965) y sus secuelas, o para incluirlas? Todo fiel de la Tradición interpretará la frase como para excluir de la Tradición las doctrinas del Concilio, porque bien conoce la diferencia abismal que existe entre la Iglesia y la Nueva Iglesia. Al contrario, todo adepto del Vaticano II puede interpretar las mismas lineas en el sentido de que, sí, realmente existe una continuidad sin fisura entre la Iglesia de antes y la Iglesia de después del Concilio. Para entenderlo mejor veamos más de cerca como, el Tradicionalista y el Conciliarista, cada uno según su propia concepción, pueden interpretar las mismas lineas.

En primer lugar, veamos la lectura tradicional:— “1/ La Tradición preconciliar debe ser la medida y el juez de las enseñanzas del Concilio (y no al revés). 2/ De tal manera que la enseñanza Conciliar y postconciliar debe ser completamente tamizada comparándola con el conjunto de la enseñanza Tradicional anterior al Concilio, 3/ de tal manera que no se contradiga en ningún punto con lo que ha enseñado el Magisterio anterior al Concilio, 4/ no aceptando ninguna interpretación ni texto en ruptura con la Tradición o el Magisterio preconciliar.”

En segundo lugar, la lectura Conciliar (que seguramente es la de los Romanos que ocupan los puestos de autoridad dentro de la Iglesia de hoy):— “1/ La Tradición de antes y la de después del Concilio (puesto que no hay mas que una) debe ser el juez del Concilio. 2/ De tal manera que la enseñanza del Concilio sobre temas controvertidos debe ser tamizada comparándola con la única y entera Tradición pre- y postconciliar (pues sólo ésta constituye la Tradición “entera e ininterrumpida”), 3/ de manera que no puede haber oposición entre esta enseñanza del Concilio y el Magisterio de la Iglesia pre- o postconciliar (ya que no pueden sino enseñar la misma cosa), 4/ no aceptando ninguna interpretación en ruptura con la Tradición o con el Magisterio pre- o postconciliar (ya que no existe ninguna ruptura entre los cuatro).”

Esta lectura Conciliar significa que el Concilio será juzgado por el Concilio, lo cual significa, por supuesto, que será absuelto. Al contrario, por la lectura Tradicional, el Concilio está absolutamente condenado. La ambigüedad es mortal para la Fe. Alguien aquí parece estar jugando con nuestros espíritus católicos. ¡Quienquiera que pueda ser, él o ellos, sea anatema!

Kyrie eleison.

Seis Condiciones

Seis Condiciones on septiembre 1, 2012

En una carta oficial del 18 de Julio a los Superiores de Distrito de la Hermandad San Pío X, su Secretario General reveló las seis “Condiciones” para cualquier acuerdo futuro entre la HSPX y Roma. Ellas resultaron de los debates de los 39 capitulantes a principios de Julio. Sin lugar a dudas, estas condiciones demuestran una alarmante debilidad de parte de los líderes de la Hermandad tomados en su conjunto.

El “primer requerimiento esencial” es la libertad para la Hermandad de enseñar la verdad inmutable de la Tradición Católica y de criticar a esos responsables de los errores del modernismo, del liberalismo y del Vaticano II. Muy bien. Pero, observad hasta qué punto la visión del Capítulo ha cambiado en relación a la de Mons. Lefebvre. Ya no es “Roma que debe convertirse porque la Verdad es absoluta,” sino que ahora solamente “la Hermandad SPX pide la libertad para ella misma de decir la Verdad.” En vez de atacar la traición Conciliar, la Hermandad SPX ¿solicita ahora a los traidores que le den el permiso de decir la Verdad? “¡Ay! ¡Que caída fue esa entonces!”

La segunda condición exige el uso exclusivo de la liturgia de 1962. Otra vez, muy bien, en cuanto que la liturgia de 1962 no traiciona la Fe como lo hace la liturgia Conciliar impuesta por Roma desde 1969 en adelante. ¿Acaso no vemos ahora mismo que Roma se está preparando para imponer a las Congregaciones Tradicionales que se han sometido a su autoridad un “mutuo enriquecimiento” del Misal mezclando la Misa Tradicional y la Nueva Misa”? Una vez que la Hermandad SPX se haya sometido a Roma, ¿por qué tendría que ser protegida más que estas otras Congregaciones?

La tercer condición exige la garantía de por lo menos un obispo. La cuestión clave aquí es, ¿quien lo elegirá? Lectores, en el texto de cualquier futuro “acuerdo” con Roma, vayan directamente al párrafo que se refiere al nombramiento de los obispos. En 1988 Roma propuso que el Arzobispo presente una selección de tres candidatos para que ellos eligieran uno. Roma entonces rechazó a los tres. Pero, ¿cuándo entenderá la gente? Los Católicos deben luchar y luchar siempre en esta guerra titánica entre la Religión de Dios y la religión del hombre.

La cuarta condición desea que la Fraternidad tenga sus propios tribunales de primera instancia. Pero si cualquier tribunal superior es de la Iglesia oficial y puede deshacer las decisiones de los tribunales inferiores, ¿qué decisión católica, de cualquier tribunal de la Hermandad, podrá entonces tener la menor fuerza?

La quinta condición desea la exención de las casas de la Hermandad del control de los obispos diocesanos. ¡Increíble! Desde hace cerca de 40 años la Hermandad no ha cesado de luchar para salvar la Fe protegiendo su verdadera práctica de la interferencia de los obispos conciliares locales, y ¿ahora viene el Capítulo General solamente deseando la independencia respecto a estos obispos? La Hermandad ya no es lo que era, estimados lectores. ¡Está en las manos de personas muy diferentes de Mons. Lefebvre!

La sexta y última condición desea una comisión a ser establecida en Roma para cuidar de la Tradición, con una fuerte representación de la Tradición, pero “dependiendo del Papa.” ¿Dependiendo del Papa? Pero ¿acaso los Papas Conciliares no han sido líderes eminentes del Conciliarismo? ¿O es que el Conciliarismo ha dejado de ser un problema?

En conclusión, estas seis condiciones son excesivamente graves. A menos que el cuartel general de la Hermandad sea sacado de su sueño de paz con la Roma Conciliar tal como esas condiciones lo revelan, entonces el último bastión mundial de la Tradición católica está en riesgo de estar en vías de rendirse a los enemigos de la Fe. ¿Será que ya pasó la época de los bastiones? Amigos, prepárense a luchar por la Fe desde adentro de vuestros hogares. De sus hogares hagan Ustedes fortines.

Kyrie eleison.