liberalismo

Dos Viajes

Dos Viajes on enero 19, 2013

Viajes realizados desde mediados de diciembre a Norte América y a Francia, me han permitido observar dentro de la Fraternidad San Pío X un estado peligroso de indecisión. Allí donde el Superior de Distrito no está ciego, el peligro está por el momento algo vacilante, de tal manera que la resistencia se encuentra en estado latente. Mientras que allí donde el Superior de Distrito es un convencido sirviente del Cuartel General de la FSPX, entonces el movimiento hacia la Neo-Iglesia avanza decididamente, pero también la Resistencia se organiza. ¿Qué está en juego?

Desde la escisión del Protestantismo, el mundo ha estado deslizándose cada vez más y más lejos de Dios. Gracias al Concilio de Trento (1545–1563), la Iglesia Católica se mantuvo incólume, pero a causa del Concilio Vaticano II (1962–1965), la Iglesia Católica oficial se unió al deslizamiento. Es cuando, gracias principalmente (¡pero no únicamente!) a Mons. Lefebvre (1905–1991), remanentes de la Iglesia de Trento se reunieron para formar un oasis Católico, la FSPX, en medio del desierto de la modernidad. Pero allí donde la poderosa Iglesia no habia sido capaz de resistir, era, con seguridad, meramente una cuestión de tiempo para que la frágil FSPX sea tentada, a su vez, de unirse al deslizamiento de la corriente mayoritaria de la Iglesia.

Y entonces, exactamente como ocurrió en el Vaticano II cuando los dirigentes de la Iglesia oficial se vieron obligados a pretender que ellos no se encontraban en ruptura con la Iglesia Tridentina (tal es, por ejemplo, la “hermenéutica de la continuidad” de Benedicto XVI), asimismo los dirigentes de la FSPX oficial están ahora obligados a pretender que ellos no se encuentran en ruptura con el Arzobispo Lefebvre. Luego al igual que la mayoría de los políticos de los últimos 500 años, estos dirigentes de la FSPX hablan a la derecha mientras van caminando a la izquierda, porque eso es lo que muchos desean, a saber, la apariencia de la Cristiandad sin su sustancia (cf.II Tim.III,1–5, particularmente el versículo 5). Como Descartes, estos dirigentes “avanzan detrás de una máscara,” tratando de disfrazar su movimiento hacia la izquierda detrás de palabras hacia la derecha, o de palabras claramente ambiguas.

Lo que ocurrió en la FSPX en la primavera pasada, como dice el Padre Chazal, es que la máscara cayó, porque la dirección de la FSPX debe haber calculado que el tiempo había llegado para que ella realice a la luz del día su vuelta a la corriente mayoritaria de la Iglesia. Desgraciadamente para estos dirigentes, en ese momento entre marzo y junio, emergió una resistencia suficientemente fuerte para impedir que el Capítulo General de la FSPX de julio realice cualquier intento inmediato de unirse a la Neo-Iglesia. Pero desde el Capítulo en adelante, se volvieron a colocar la máscara. Porque los liberales no se convierten, a menos de un milagro de la gracia, pues la izquierda es su verdadera religión. Por eso los dirigentes de la Fraternidad están seguramente a la espera, mientras que el mundo moderno, la carne y el diablo prosiguen con su obra que consiste en atraer a los sacerdotes y a los fieles de la FSPX siempre más hacia la izquierda, de manera que de aquí a pocos años cuando mucho, no existirá más ninguna resistencia seria, como lo fue la del verano pasado, para que la FSPX se integre a la Neo-Iglesia.

Esto deja a la FSPX en la cuerda floja. Pero como lo señalaba con su sentido común el Arzobispo Lefebvre, los superiores moldean a los inferiores y no al revés. Por eso, a menos que los dirigentes actuales de la FSPX sean destituidos por un milagro, la FSPX está condenada a ser disuelta dentro de la Neo-Iglesia. No se puede decir que el castigo no habrá sido merecido. Pero recemos a la Madre de Dios para obtener un milagro de la misericordia de su Divino Hijo.

Kyrie eleison.

El Cincuentismo Retorna

El Cincuentismo Retorna on enero 12, 2013

Pregunta candente: ¿Cómo los líderes de la Fraternidad San Pío X que fue fundada por el Arzobispo Lefebvre para resistir a la Neo-Iglesia, están ahora buscando sus favores con el objetivo de reincorporarse a ella? Una respuesta es que ellos nunca entendieron completamente al Arzobispo. Después del desastre del Vaticano II en los años 60, vieron en él la mejor continuación de la Iglesia de los años 50 que, en realidad, preparó el desastre. De hecho, el Arzobispo era mucho más que eso, pero una vez que falleció, todo lo que ellos deseaban fue retornar al Catolicismo cómodo de los años 50. Y ellos no fueron los únicos en preferir a Cristo sin su Cruz. Es una fórmula muy popular.

En efecto, el Catolicismo de los años 50, ¿no era acaso como un hombre parado al borde de un acantilado alto y peligroso? Por un lado, aquel se encontraba todavía a una gran altura pues de otra manera el Vaticano II no hubiera sido una caída tan vertiginosa. Por otro lado, se encontraba peligrosamente cerca del borde del acantilado pues de otra manera su caída no hubiera sido tan rápida como lo fue en los años 60. No se puede decir que todo era malo en la Iglesia de los años 50, pero se encontraba demasiado cerca del desastre. ¿Por qué?

Porque los Católicos de los años 50, en general, mantenían exteriormente las apariencias de la verdadera religión, pero interiormente demasiados estaban coqueteando con los errores ateos del mundo moderno: el liberalismo (lo que cuenta màs en la vida es la libertad), el subjetivismo (según el cual el espíritu y la voluntad del hombre tienen que estar liberados de toda verdad objetiva o ley), el indiferentismo (según el cual poco importa cual sea la religión que un hombre pueda tener), y así sucesivamente. Así, los Católicos teniendo la fe y no queriendo perderla, se adaptaban gradualmente a estos errores. Ellos asistían a Misa el domingo, a veces se confesaban, pero alimentaban sus espíritus con los viles medios de información, y sus corazones encontraban discutibles ciertas leyes de la Iglesia, sobre el matrimonio en cuanto a los laicos, sobre el celibato en el clero. Así podían conservar la fe, pero querían cada vez menos nadar en contra de la corriente poderosa del mundo encantador y descreído que los rodeaba. Se estaban aproximando cada vez más al borde del acantilado.

Es posible que el Arzobispo haya tenido ciertas debilidades, de las cuales uno puede pensar ver algunos reflejos en las dificultades que la Fraternidad atraviesa actualmente. No debemos hacer de él un ídolo. Sin embargo, él era en los años 50 un obispo que conservaba a la vez las apariencias del Catolicismo y también, profundamente arraigada en él, su sustancia, como lo han demostrado los excelentes frutos de su ministerio apostólico en Africa. Por eso, mientras que el Vaticano II logró desarmar o paralizar a la mayor parte de sus cófrades obispos, él logró crear, casi solo, un seminario y una Congregación pre-Vaticano II. La aparición de su oasis Católico en medio del desierto conciliar deslumbró a numerosos jóvenes. Las vocaciones estaban igualmente atraídas por el carisma personal del Arzobispo. Pero diez a veinte años después de su muerte ocurrida en 1991, la sustancia de su herencia pareció ser cada vez más y más pesada (a los líderes) para resistir a la corriente cada vez más fuerte del mundo moderno.

De tal manera, cada vez menos dispuestos a seguir soportando la Cruz de encontrarse despreciados por la corriente mayoritaria de la Iglesia y del mundo, los líderes de la Fraternidad San Pío X empezaron a soñar con ser de nuevo oficialmente reconocidos. Y el sueño se impuso, pues, después de todo, los sueños son tanto más lindos que la realidad. Debemos rezar por estos líderes de la FSPX. Los años 1950 han desaparecido, y no van nunca a volver.

Kyrie eleison.

Cultura: ¡Alerta!

Cultura: ¡Alerta! on diciembre 29, 2012

Mientras los dirigentes de la Fraternidad San Pío X parecen tambalearse, los católicos que aman la Fraternidad por haber recibido tanto de ella desde hace muchos años, podrían estar tentados de pensar que, en tanto que fieles, prácticamente no pueden hacer nada para cambiar la situación. En este caso estarían equivocados. Quieran ellos leer estas reflexiones de uno de mis amigos y puedan, leyendo entre las líneas, concluir que si Dios no socorre a la Fraternidad para ellos, como por supuesto El podría hacerlo, entonces esto depende de ellos, por lo menos en parte. He aquí la carta adaptada de mi amigo:—

“Un acuerdo práctico sería desastroso para la causa de la Tradición Católica. Basta solamente a uno mirar lo que les ocurrió a los Redentoristas Tradicionales en Escocia . . .Las dos Misas no pueden cohabitar. Una siempre expulsará a la otra . . .Hace poco, en una Nueva Misa a la cual asistí, toda la Iglesia fue perturbada por la gente que conversaba y aplaudía sin cesar . . .Los dos lados se encuentran sencillamente tan alejados el uno del otro que un acuerdo no puede funcionar. Ningún acuerdo es posible entre los espíritus que están a favor de la modernidad y los que están a favor de la Tradición.

“Además, existe la profunda revolución que ha arrollado a la civilización moderna, incluyendo al movimiento Tradicional, y que ha pasado inadvertida por gran parte de los dirigentes de la Tradición . . .La tecnología electrónica ha forjado una revolución cultural en nuestras vidas, particularmente las de las generaciones mas jóvenes. Si ella no está controlada debidamente, ella debilitará seguramente la Fe porque puede involucrar la totalidad de la vida de la gente. Los jóvenes fácilmente se dejan apresar por ella. Están pegados a ella durante todo el día. Las personas demasiado inmersas en ella se tornan disfuncionales, incapaces de levantarse en la mañana, de mantener una conversación en vivo, o de cumplir con un trabajo.

“Ahora bien, si un equipo deportivo no es amonestado por su entrenador, su brío empezará a declinar. Si los católicos no son amonestados en cuanto a conductas culturales como la música, la manera de vestir de las mujeres, la televisión, sus patrones culturales empezarán a caer, lo que tendrá profundas implicaciones para su fe. Los padres Tradicionalistas han sido abandonados a sí mismos para luchar con sus familias a fin de apartarlas de la mundanidad de la sociedad moderna fuera de sus hogares, porque los dirigentes de la Fraternidad o bien no han percibido esta revolución cultural o bien no le han prestado la atención que se merece. He mantenido muchas largas conversaciones con familias Tradicionalistas que están preocupadas respecto al rumbo que el movimiento Tradicional está tomando. Los movimientos religiosos deben tomar posición sobre las conductas culturales si es que están destinados a fructificar. La Tradición salía reforzada cuando ella tomaba una posición firme sobre la televisión. Pero si no se resiste sobre los problemas culturales, la resistencia sobre los temas doctrinales empieza pronto a debilitarse.

“El último Capítulo de la FSPX puede haber salvado a la organización del naufragio por el momento, pero no por eso estoy muy tranquilo. Se preocupó mucho por definir los parámetros de cualesquiera futuras discusiones con Roma en vistas a un acuerdo. Sin embargo Roma permanece básicamente sin cambio desde 1988. En mi opinión, la Fraternidad necesita recobrar el papel profético que ejercía cuando el Arzobispo Lefebvre estaba aún con vida. El movimiento Tradicional tiene que denunciar con firmeza al modernismo y al liberalismo que están llevando a la Iglesia a su destrucción. Estas denuncias fueron últimamente reducidas al silencio. Es posible que muchos sacerdotes Tradicionalistas estén distraídos pensando en las facilidades que, suponen ellos, les podría traer un acuerdo con Roma.

Ahora les toca a ustedes, estimados lectores. Alejen de sus hogares la música basura y sin valor. Desháganse de los televisores. Reduzcan la electrónica al mínimo. Madres, usen polleras tanto como puedan, es decir la mayor parte del tiempo. Sino, no os quejéis si Dios no viene a socorrer a la Fraternidad. El no fuerza a nadie a recibir Sus dones: “Ayúdate que Yo te ayudaré.” Bendito sea Su Nombre por siempre.

Kyrie eleison.

Profundo Problema

Profundo Problema on noviembre 17, 2012

Muchos católicos no conciben la completa profundidad del problema ocasionado por la Revolución Conciliar del Vaticano II (1962–1965) en la Iglesia católica. Si conocieran más sobre la historia de la Iglesia estarían menos tentados sea por el liberalismo para pensar que el Concilio no fue tan malo después de todo, sea por el “sedevacantismo” para pensar que las autoridades de la Iglesia ya no son sus autoridades. Nuestro Señor, ¿cuestionó la autoridad religiosa de Caifás o la autoridad civil de Poncio Pilato?

El problema es profundo porque sus raíces están enterradas bajo siglos y siglos de historia de la Iglesia. Cuando en los albores del 1400 San Vicente Ferrer (1357–1419) predicaba en toda Europa que el fin del mundo estaba próximo, hoy en día sabemos que estaba fuera de tono por más de 600 años. Sin embargo, Dios confirmó su predicación otorgándole la realización de miles de milagros y de miles sobre de miles de conversiones. ¿Estaba Dios confirmando la mentira? ¡Ni pensarlo! La verdad es que el Santo estaba correctamente discerniendo, implícito en la decadencia del final de la Edad Media, la explícita y casi total corrupción de nuestros propios tiempos como ensayo general de la corrupción total al fin del mundo.

Simplemente ha llevado su tiempo, el tiempo propio de Dios, varios siglos, para que esa corrupción implícita devenga explícita, porque Dios ha elegido, a intervalos regulares, suscitar Santos para detener el desliz en el tobogán, especialmente la cosecha de Santos famosos que lideraron la Contra-Reforma en el siglo 16. Sin embargo, El no quitaría el libre albedrío a los hombres, de manera que si ellos elegían no permanecer a la altura de la Edad Media, El no los forzaría a hacerlo. En su lugar, El permitiría a su Iglesia, al menos en cierta medida, adaptarse a los tiempos, porque Ella existe para salvar almas presentes y no glorias pasadas.

Dos ejemplos pueden ser la teología Molinista que Lutero y Calvino hicieron casi necesaria para garantizar la protección del libre albedrío, y el Concordato de 1801 que el Estado Revolucionario hizo necesario para permitir que la Iglesia en Francia funcionara, siquiera un poco, en público. Ahora bien, ambos el Molinismo y el Concordato eran compromisos con el mundo de sus tiempos, pero ambos permitieron que muchas almas se salvaran. Al mismo tiempo la Iglesia no permitió el socavado de los principios que permanecieron sagrados, de Dios como Acto Puro y de Cristo como Rey de la Sociedad, respectivamente. Sin embargo, ambos compromisos dieron lugar a una cierta humanización de la Iglesia divina y ambos contribuyeron a una secularización gradual del Cristianismo. Los compromisos sí tienen consecuencias.

Así, si un lento proceso de humanización y secularización fuera a ir muy lejos en ese mundo del cual él sólo hombres y mujeres son llamados por Dios para servir en su Iglesia, ellos casi no podrían ingresar a Su servicio sin una fuerte dosis de liberalismo radio-activo en sus huesos, requiriendo así un antídoto vigoroso en su formación religiosa. Naturalmente, ellos compartirían la convicción instintiva de casi todos sus contemporáneos de que los principios revolucionarios e ideales del mundo del cual provinieron, eran normales, mientras que su formación religiosa opuesta a ese mundo podía parecer piadosa pero en el fondo anormal. Tales religiosos y religiosas acabarían por ser un desastre a la espera de suceder.

Ese desastre golpeó a mediados del siglo 20. La gran mayoría de los 2000 obispos Católicos del mundo, se regocijó en lugar de sublevarse cuando Juan XXIII dejó en claro que estaba abandonando la Iglesia anti-moderna. Así es que nadie que quiera salvar su alma debe seguirlos a ellos o a sus sucesores, pero, por otro lado, estos últimos están tan convencidos que son normales en relación a los tiempos modernos que ellos no son tan culpables por destruir la Iglesia de Dios como lo hubieran sido en tiempos previos. Benditas sean las almas católicas que pueden aborrecer los errores de ellos sin dejar de honrar sus cargos.

Kyrie eleison.

Decision Crucial

Decision Crucial on octubre 27, 2012

Así la exclusión de la Fraternidad San Pío X de uno de sus cuatro obispos consagrados para su servicio por el Arzobispo Lefebvre en 1988, es ahora oficial. Es una decisión crucial por parte de los líderes de la FSPX, no por ninguna razón personal, sino por la remoción de lo que mucha gente consideró ser el más grande obstáculo dentro de la FSPX para cualquier reconciliación entre la Tradición Católica y la Roma Conciliar. Ahora que él no está, la FSPX puede bastante más fácilmente continuar su deslizadero hacia el liberalismo cómodo.

Si el problema fuera simplemente la persona de este obispo, podría no haber serias consecuencias. Él tiene 72 años con no muchos años activos por delante de su vida. Con toda seguridad, él podría ser ignorado o más desacreditado aún, si fuera necesario, y dejado para desvariar y regañar en su solitaria jubilación. Pero si en verdad su exclusión significa el repudio de esa oposición a Roma que él representaba, entonces la FSPX tiene problemas serios, y muy lejos de resolver sus tensiones interiores por haber hecho un ejemplo de él, ahora está expuesta a ser despedazada por la disensión silenciosa o la contradicción abierta.

Esto es así porque el Arzobispo Lefebvre fundó la FSPX para resistir a la destrucción de la Iglesia católica: de su Fe por el Concilio con sus 16 documentos, y de la práctica de esa Fe sobre todo por la Nueva Misa. La resistencia al Concilio fue insertada por el Arzobispo en la naturaleza misma de la Fraternidad. Ahora bien, deshacer la naturaleza de una cosa es deshacer la cosa. Se deduciría que con esta exclusión, la FSPX del Arzobispo Lefebvre está bien encaminada a ser deshecha, y será reemplazada por algo bien diferente. En realidad, se ha podido observar esta transformación desde hace muchos años. La exclusión es simplemente un golpe final.

Pero no pensemos que el Arzobispo estuviera principalmente, o solamente, contra el Concilio. Principalmente él era católico, un obispo católico, un verdadero pastor de almas, como está claro en sus escritos anteriores al Concilio. Pero una vez que ese abominable desastre para la Iglesia tuvo lugar, él pronto vio que la tarea más urgente en defensa de la Fe era resistir a la Revolución del Vaticano II que estaba tomando el control de millones y millones de corazones y de mentes católicos. De allí su fundación en 1970 de la FSPX que usaría exclusivamente el rito Tridentino de la Misa. De allí su famosa Declaración de Noviembre, 1974, que fue como la carta constitucional de los principios católicos inspiradores de la resistencia de la FSPX. Solamente la conversión y reversión de las autoridades de la Iglesia a la verdadera Fe pueden justificar el abandono de esos principios. Y tal conversión o reversión, ¿han ocurrido? De ninguna manera. Al contrario.

¿Y el futuro? Para llenar el vacío dejado al abandonar los propósitos del Arzobispo, la cúpula de la FSPX probablemente ahora se precipita en los brazos de Roma, especialmente si la conciencia de Benedicto XVI lo está empujando a finalizar el “cisma” antes de su muerte. La exclusión del obispo puede o no haber sido una pre-condición establecida por Roma para un acuerdo Roma-FSPX, pero de cualquier manera favorece ese acuerdo. Los sacerdotes de la FSPX que ven claro pueden por el momento agazaparse y esperar la tempestad que se recogerá después del viento sembrado. Los fieles de la FSPX pueden asistir a las Misas de la FSPX por ahora, pero deben estar atentos al momento cuando la transformación arriba mencionada comience a amenazar su Fe. En cuanto al obispo excluido, cualquier donación a él o a su causa tendrá que esperar. Hay que organizar el método correcto para recibir los dones. Lo cierto es que este obispo no piensa en la jubilación.

¡Cuélguense fuerte todos! El paseo se anuncia confuso como el Infierno. ¡Dirijámoslo al Cielo!

Kyrie eleison.

¿Sarto, Siri?

¿Sarto, Siri? on septiembre 29, 2012

En un sermón de la Fiesta de San Pío X me encontré pronunciando “casi una herejía”: Me preguntaba en voz alta si José Sarto hubiera desobedecido a la destrucción de Paulo VI de la Iglesia, si en lugar de morir como el Papa Pío X en 1914, él hubiera muerto como Cardenal, digamos en 1974. En La Fraternidad San Pío X eso debe sonar como una herejía porque, ¿como la sabiduría del Patrón celestial de la FSPX podría ser defectuosa? Sin embargo la cuestión no es infundada.

En los años 1970, el Arzobispo Lefebvre hizo visitas personales a un cierto número de los mejores cardenales y obispos de la Iglesia con la esperanza de convencer siquiera a un puñado de ellos para ofrecer una resistencia pública a la revolución de Vaticano II. Acostumbraba decir que tan solo media docena de obispos resistiendo juntos hubieran podido seriamente obstruir el debacle Conciliar de la Iglesia. Por desgracia, ni siquiera el sucesor que Pío XII había esperado, el Cardenal Siri de Génova, haría un gesto público en contra del grupo que ocupaba el poder en la Iglesia. Finalmente, Monseñor de Castro Mayer dio el paso, pero solamente en los años ‘80, cuando la Revolución Conciliar se había bien incrustado en la cupola de la Iglesia.

Entonces, ¿como fue posible que las mejores de las bien adiestradas mentes hayan podido ser tan oscurecidas? ¿Cómo ni siquiera un mínimo de los mejores hombres de Iglesia de la época no haya sido capaz de ver lo que el Arzobispo estaba viendo, por ejemplo que la “ley” instalando el Novus Ordo de la Misa no era de ninguna manera una ley, porque pertenece a la propia naturaleza de la ley ser una ordenanza de la razón para el bien común? ¿Cómo Monseñor Lefebvre pudo encontrarse relativamente tan solo al no permitir que un principio tan básico del sentido común pueda ser pisoteado por respeto a la autoridad, aún cuando la propia sobrevivencia de la Iglesia estaba amenazada por el Vaticano II y la Nueva Misa? ¿Cómo puede la autoridad haber así llegado a pesar más que la realidad y la verdad?

Mi propia respuesta es que durante los siete siglos pasados, la Cristiandad ha estado deslizándose progresivamente hacia la apostasía. Durante 700 años, con interrupciones nobles como la Contra-reforma, la realidad del Catolicismo ha sido lentamente carcomida por la fantasía cancerosa del liberalismo, que consiste en que el hombre se libera de Dios al liberarse la naturaleza de la gracia, el espíritu de la verdad objetiva, y la voluntad del bien y del mal objetivo. Durante un período muy largo, 650 años, los prelados católicos se aferraron a la realidad y la defendieron, pero al fin la fuerza de la fantasía glamorosa de modernidad, cada vez más fascinante, penetró sus huesos haciendo que la realidad pierda su agarre en sus mentes y voluntades. Faltando la gracia, como lo dijo San Tomás Moro hablando de los obispos ingleses de su época que estaban traicionando la Iglesia Católica, ellos dejaron que la fantasía de los hombres pesara más que la realidad de Dios, y que la autoridad pesara más que la verdad. Hay lecciones prácticas para el clero así como para los laicos también.

Estimados colegas, adentro y afuera de la FSPX, para servir a Dios, guardémonos de reaccionar como José Siri cuando en realidad necesitamos reaccionar como José Sarto, con sus magníficas denuncias de los errores modernos en Pascendi, Lamentabili y Notre Charge Apostoliquesobre el “Sillon.” Y para obtener la gracia que necesitamos en esta crisis, la más tremenda de toda la historia de la Iglesia, necesitamos tremendamente rezar.

Seglares, si los horrores de la vida moderna os hacen tener “hambre y sed de justicia,” alégrense, si pueden, que los horrores los mantengan en la realidad, y no duden que si perseveran en vuestra hambre, “seréis hartados” (Mt.V, 6). Bienaventurados los pobres en espíritu, los mansos, los que lloran, dice Nuestro Señor en el mismo lugar. En cuanto a la protección más segura para evitar que vuestros espíritus y vuestros corazones sean presos de la fantasía, recen cinco, o mejor quince, Misterios diarios del Santo Rosario de Nuestra Señora.

Kyrie eleison.